Mañana de niebla otoñal, camino de la Universidad.
Los árboles exhiben sus colores más bonitos, cambiantes, con tonos amarillos, ocres, rojizos. Todavía hay pocas hojas caídas. Será necesario esperar unos días, para completar la imagen de los paseos, con la alfombra otoñal que precisa la foto.
Repetiré la toma. A fin de cuentas la cámara en estos tiempos, casi todos la llevamos en el bolsillo.
Dispositivo muy completo por cierto, ya que podemos usarlo también como teléfono móvil personal y hasta terminal de Internet: para enviar la fotografía al blog, durante la clase de historia. Pero… fue solo un momento, sin perder la atención al profesor, claro.
Cosas de la tecnología.