El viaje a Venecia, siempre en el recuerdo, que nos ofreció las más bellas imágenes de una ciudad especial, de un clima, ambiente y percepciones únicas.
Una ciudad en decadencia de siglos, que sobrevive edificada sobre capas de barro, inmersa en esa profunda desolación de las olas, que golpean sin reposo, como un tañer premonitorio de campanas.
Lord Byron, que residió varios años en Venecia, manifestaba esas sensaciones:
«Palacios que se arruinan, la música no se oye más, esos días habían pasado y sólo queda la belleza de esta gloria morir … «
Pese a todo, Venecia aún viva, bella, serena, observa a sus visitantes con la sonrisa displicente, del enfermo que acepta imperturbable su destino.